El periodismo es una profesión que difícilmente se practica con la debida entrega si no se siente una intensa vocación. Igual que ocurre con otros oficios, el de contar las noticias requiere de una dedicación casi permanente. En sentido estricto, un periodista lo es las veinticuatro horas del día, porque la noticia surge a cualquier hora.
Mi vocación nació en una etapa muy temprana de mi vida, a pesar de que en mi familia no había periodistas. Los intentos de algunos profesores por derivarme hacia otros caminos profesionales no tuvieron éxito y, con el paso del tiempo, cumplí mi voluntad de estudiar periodismo y contar las cosas que pasan y nos pasan.
La tendencia juvenil me llevaba hacia el medio radiofónico, pero los experimentos iniciales aparecieron en prensa escrita y la primera opción de trabajo profesional surgió en la televisión. Y ya son más de tres décadas cubriendo noticias en España y en el mundo (especialmente en Estados Unidos), gestionando secciones informativas, dirigiendo programas y, finalmente, también presentándolos.
He trabajado en cuatro cadenas de televisión, he colaborado en programas de radio y escribo artículos en diarios de tirada nacional. Y soy autor de tres libros: dos ensayos sobre política internacional y una novela de espías. El cuarto libro -será mi segunda novela- está en camino.